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"Si le hubiera preguntado a la gente qué querían, me hubieran dicho que un caballo más rápido". Henry Ford, Fundador de Ford Motor Company

sábado, 6 de febrero de 2010

No es País para Cubateurs

A pesar de los dos últimos deslices de los hermanos Coen, han hecho pelis demasiado grandes como para criticarles y han creado personajes, que a primera instancia parecen un mero entretenimiento de 90 minutos, pero que tienen tras de si mucho más de lo que a simple vista se ve, convirtiéndose en modelos sobre los que poder explicar cualquier tipo de situación.

"¡¡Son aficionados Nota, putos aficionados!!" Walter Sobchak, el personaje interpretado por John Goodman, definía indignado la poca capacidad mostrada por los nihilistas, obsesionados con complicarle la vida al pobre Jeff. "¡¡Vamos a joderte Lebowski!!" repetían incesantemente.

Aficionado, dícese de aquél que práctica una actividad de manera más bien mediocre, mostrando signos inequívocos que lo será toda su puta vida. No hay más que darse una vuelta por La Galea un sábado por la mañana de mayo, para ver claros ejemplos de este tipo de perfil en el juego de golf o encender un viernes el televisor y ver el consejo de ministros. La contraposición a esto, es el conocido como el pro del tour, el preparado, el bueno, el que sabe lo que hace, pero los pros, como las guapas, escasean.
Claro que mucha gente no parece querer aceptar que para llegar a ser un pro del tour hay que comer lava a paladas, es decir, dejarse los huevos, trabajar duro, rendir en los momentos de presión y además ganar. El éxito no llama a tu puerta mientras te soplas una birra, tienes que hacer la maleta, arrancar el coche y buscarlo donde cojones esté, bajo tierra o en el fondo del mar, en la vuelta de la esquina o en la mitad de Montana. Para los seguidores del blog más peligroso de internet, bastaría con decirles que la primera figura estaría asemejada a los cubateurs y la segunda a los cubateros.

"¡¡Son cubateurs Chemari, putos cubateurs!!" Leffen, repetía indignado a la salida del trabajo.
Así nos sentimos muchos ante la escasa o más bien nula capacidad para afrontar situaciones difíciles, mostrada por la banda de cubateurs políticos que dirige nuestro país y la de los que aspiran a sustituirlos y por tanto querámoslo o no, los que dirigen y aspiran a dirigir nuestras vidas, nuestro futuro y el de las futuras generaciones. ¿Qué debemos hacer? ¿Sentarnos, fumarnos un peta y decir paz hermano? La realidad es que el hippismo es historia y David Crosby dejó de vender discos hace ya más de treinta años, por lo que esa opción, aunque atractiva para los cubateurs políticos, no la aceptamos.

Aquí no pienso entretenerme en soltar datos económicos que pueden ser consultados a diario en la prensa, el paro, el PIB... sino en la idea de ¿por qué tenemos que estar sometidos a una clase política incapaz? Claramente no preparada para el puesto que ocupan. ¿Por qué estamos en manos de políticos de profesión? Esos como algunos de los ministros actuales, que se afilian a un partido alrededor de los veinte años y se dedican a vivir del cuento el resto de su vida, formando parte del llamado club "se dejaban llevar", aquellos que una vez conseguido el objetivo, se sientan en el sofá y ven la vida pasar ante sus ojos más relajados que un dominguero en Benidorm el 10 de agosto. Aquellos que descansan sobre "eso se soluciona solo", es decir, estamos en manos de putos aficionados.

Dirigir un país es algo muy serio, entonces la duda que se plantea es la de ¿por qué cualquier indocumentado puede llegar a formar parte de un gobierno? ¿Por qué un tío que no tuvo ni siquiera la fuerza de voluntad de terminar la carrera y fue puesto a dedo porque nadie le votó (en España las listas son cerradas), tiene los huevos de hablarnos como si fuésemos tontos del culo? Nunca un apellido hizo tanta justicia al estado mental de su titular.

"Yo no vi a mis colegas morir con la cara en el barro, para que esa zorra que no ha hecho nada en su vida me trate así", sudaba Walter ante la incredulidad del Nota.

"Yo no me he dejado los huevos toda mi vida, para que estos tíos que no han hecho nada en su puta vida, manden todo a la mierda ahora" se lamentaba impotente Leffen, las manos sujetando su cabeza en la mesa de trabajo, después de mantener una conversación con el director de recursos humanos. "No es nada personal, pero las cosas no están yendo bien para la empresa, ya sabes como está la situación en España, perdemos mercado y tenemos que recortar personal. No has hecho nada mal en estos años, pero estas cosas pasan, debes aceptarlo". Empiezan a pagar justos por pecadores, trabajadores por jetas, ciudadanos por políticos.

Para aspirar a ser presidente de un gobierno y ministro se debe exigir una formación y una trayectoria profesional que demuestre que puedes hacerlo bien. Un político cubateur acaba con los sueños de todos y cada uno de nosotros y un país que no tiene futuro, no tiene nada. Además tenemos que verles sonreír y mentir todos y cada uno de los días. Nos mean en la cara y nos dicen que está lloviendo.

Leffen subió en su coche, encendió la radio, sonaba A Hard Rain's A-Gonna Fall de Bob Dylan.