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"Si le hubiera preguntado a la gente qué querían, me hubieran dicho que un caballo más rápido". Henry Ford, Fundador de Ford Motor Company

sábado, 17 de abril de 2010

Malditos Bastardos

Tucci pasea con estilo por las calles de Padova, Italia, en algún día del año 2003. Me percato de las zapatillas que calza, unas Puma azules no vistas por mi hasta la fecha. Que técnicas son, o quizás cubateras pienso pero desde luego algo son, algo estiloso. Edu no deja a nadie indiferente.

Semanas después, antes de regresar a España me hago con un par, me habían gustado y el dinero está para gastarlo, y como siempre en el momento que decides en caliente solté la célebre frase que acompaña toda quitada de careta, el archifamoso "¡a tomar por culo!". Le entrego mi tarjeta de crédito y el "plastic game" comienza, ese que hizo famoso Barroso sacando rondas de tequila en la sala Pachá hace años a precio de 5,50 eurichis el shot al grito de "¡¡a tomar por cuuuulo!!" mientras movía su mano derecha de abajo a arriba.

Espero algún día poder compararme con el dedo índice derecho más rápido en hacer click sobre el botón de confirmar compra en una web , competir con el dedo índice derecho del gran Paco, miembro del grupo Los Chavales. El mismo que tiene todos los días paquetes volando desde cualquier punta del mundo con destino su casa.

Llego a nuestra querida Hispania, y me sorprendo al ver que las Pumas son más populares que la tortilla de patatas, me lanzo de rodillas al suelo al estilo Platoon (ver foto), mi melena se despeina y grito desgarradoramente "fuuuuuuuck!!!"

Peligro andando con más estilo que Richi Risky por San Diego, sonriendo y cantando algún tema sureño, se sorprende al ver colgada en una tienda una camisa de cuadros "leñador-style" con botones que se quitan haciendo placa y se abrochan haciendo pliqui. Muy yankees, muy de Missouri, muy de viejo sentado en el porche de su casa en la mitad de una carretera abandonada y forzada al olvido tocando una harmónica, muy míos.

Me la pruebo, me miro en el espejo y la chica de la tienda no puede quitarme el ojo de encima, ese tío tiene estilo y además no está nada pero que nada mal. Me doy cuenta de ello, le devuelvo la sonrisa y lo tomo como que esa camisa lleva mi nombre y debe acompañarme en noches mágicas por llegar. Miro el precio y.... "¡a tomar por culo!"
Mientras me voy miro atrás y veo como la gata tiene el pulgar de su mano derecha en su oreja y el meñique de la misma mano en la boca, mueve sus labios pronunciando esa frase que siempre esperamos oír: "call me".

Paseo con ritmo en los pies y una mezcla de sorpresa e indignación al ver que en las calles de Madrid y Bilbao, tienen camisas de leñador, las mismas reservadas para los sureños y las tortilleras, hasta las abuelas. Rodillas al suelo y brazos al aire: "fuuuuuuuck!!!"

1 comentario:

  1. QK: Dallas, no te cansas de llegar tarde? Seguro que cuando le llames a la dependienta ya está cenando con un viejo cantante de blues, oscuro como la noche en Arkansas.

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