Despúes abandoné la liga durante unos años, de hecho creo que se dejó de retransmitir, pero no estoy seguro.
Recuerdo como alrededor de 1998, mi hermano me comentó que Canal Satélite Digital había comprado los derechos de la NBA para España, así que intenté engancharme de nuevo. Y bien que me enganché, nos lo pasabamos de pelotas escuchando a ese tío tan raro que retransmitía los partidos y que continuamente gritaba ¡¡Daimiel!! El cual por aquel entonces parecía el típico sosillo pero que acabó convirtiéndose en otro gran comentarista soltando datos increíbles, como la trayectoria de Rick Pittino como entrenador universitario.
Los dos éramos del mismo equipo, los Knicks de Chris Childs, Latrell Sprewell, Allen Houston, Larry Johnson y Pat Ewing. Los dos nos descojonábamos con Brunson que no jugaba un solo minuto en toda la temporada, pero que era el que más animaba, el que hacía equipo y ninguno de los dos entendía por que Stan Van Gundy era el "head coach" de aquella pasada de plantilla.
Las expresiones que utilizaba aquel comentarista de aspecto extraño no se me olvidarán nunca:
- “Pincho de merluza”, cuando alguien ponía un tapón, para después referirse a los máximos taponeadores, como dueños de pescaderías en los centros de las ciudades
- “Chuletón de ternera”, al libro con todas las estadísticas de la temporada
- “Solo de guitarra”, referido a una mega jugada
- “Crónica en rosa”, pidiendo a Daimiel datos extra deportivos de los jugadores
- “Jugón”, referido a los players de verdad
- “¡¡¡¡Bilma!!!! ábreme la puerta” cuando un jugador lanzaba una pedrada al tablero
- “Raza blanca, tirador” normalmente referido a los triplistas estilo Nowitzki
Las conversaciones sobre música, cine y cualquier tema en los entre tiempos con Antoni Daimiel eran tan entretenidas, que muchas veces aunque el partido fuese una mierda, te lo pasabas bien. Los motes de una imaginación acojonante: “chocolate blanco” a Jason Williams que era un blanquito que jugaba al estilo de los negros.
Él fue el verdadero responsable de que la NBA volviese a tener éxito en España, él era un tío divertidísimo y él era un periodista diferente. Esta noticia me ha dejado tan triste como me dejó años atrás la muerte de otro grande que también era distinto a los demás y que se fue mucho antes de lo que debió: Payne Stewart.
Nunca le seguí en fútbol porque para mi, él representaba el basket y cuando dejó Digital +, siempre tuve la esperanza de que volviese algún día a retransmitir junto a Antoni, eso ahora es un sueño imposible.
Gracias por habernos hecho disfrutar, gracias por las risas, gracias por convertir mis épocas de exámenes universitarios mucho más llevaderas con tus retransmisiones y gracias a Dios porque hay gente distinta, gente que consigue atraer a las personas, gente que engancha, gente especial y parafraseando a nuestro protagonista, gente que hace que la vida sea maravillosa.
Adiós Andrés.