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"Si le hubiera preguntado a la gente qué querían, me hubieran dicho que un caballo más rápido". Henry Ford, Fundador de Ford Motor Company

sábado, 3 de octubre de 2009

Homenajes

“Premios, premios, sólo saben darse premios. ¡Premio al mejor dictador fascista: Adolf Hitler!”.

Así definía Woody Allen la gran afición en L.A. y no me refiero a Las Arenas, a los homenajes en una de sus mejores películas: “Annie Hall”. Un “must” para todo aquel que no la haya visto y que casualidades de la vida, ha sido su único Oscar como mejor director, premios que como todos sabéis se entregan aquí.
Paseando por el bulevar de la fama, en el tramo de Hollywood Blvd entre las avenidas N La Brea y N Argyle, me di cuenta de cuanta razón tenía. Había estrellas dedicadas a grandes artistas como James Coburn o Robert Duvall y de repente de golpe y porrazo te topas con una que lleva el nombre de Ricky Martin o Gloria Stefan, que estarían mucho mejor ubicados en el Pelmazos Blvd, el cual daría mucho jugo, se me ocurren nombres como Carlos Núñez, Carlos Vives y los Celtas Cortos, mucha “C”. También y como no podía ser de otra manera, no faltaban los turistas en chandal sacándose fotos en la estrella de Jacko, mientras lanzaban un guante blanco encima de ella.

Dejando a Woody y sus paranoias de lado, he de reconocer que L.A. me gustó, o al menos la pequeña parte que conocí. Muy cerca de mi Bed & Breakfast, ubicado en la frontera entre Hollywood y West Hollywood, había sitios que para los seguidores del rock y el cine podrían calificarse de importantes. Bajando mi calle llegabas enseguida a Sunset Blvd y pasabas por los hoteles en los que habían dicho adiós John Belushi y Janis Joplin, por las salas Roxy y Whisky A Go-Go donde todas las grandes bandas han tocado. El garito de Johnny Depp, el Viper´s Room también está ahí ubicado. Tenía que estar muy caliente el tema a finales de los sesenta en esa calle ¡chico!
Muy buenas bandas han salido de está ciudad: los Doors, Beach Boys, Love y Byrds entre otros. Incluso el que es para mi el mejor disco de Teenage Fanclub, “Grand Prix” se grabó aquí.
Seguro que hace 40 años se escuchaban mucho frases del pelo: “ese peta ¡que rule!”, “te importa si le meto hand a tu chica, pero de buen rollo, paz y amor hermano” o “puto Mick, no para de enchufar”.

Claro está, no faltó el tour en bus (gran invento), aunque está vez lo hicimos en una especie de camioneta descapotable, y mereció la pena ya que pasamos por uno de los templos de la civilización, La Mansión Playboy, siempre en mayúsculas. La casita del ya mencionado en este blog, Hugh “I wanna be just like you” Hefner, o simplemente Hef, para los colegas. Todos los sábados hay saraos organizados en La Mansión, eso si, previo pago de mil pavos en billetes de 20, 50, 100 ó como te salga de los huevos, pero eso sí, los pagas. Hay tanta demanda que se organizan minibuses para recoger a la gente en Sunset y llevarla a Holmby Hills.

Pau ya está en la ciudad, hemos quedado en hablar y tomarnos unas copichis y sí, pegaremos un toque a Hef ¿Quién podría decirle que no a Pau? ¡Es el 16 de los Lakers!

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