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"Si le hubiera preguntado a la gente qué querían, me hubieran dicho que un caballo más rápido". Henry Ford, Fundador de Ford Motor Company

domingo, 27 de junio de 2010

Yo Seré Tu Espejo

Sorprende y entristece ver como distintos periodistas parecen empeñados en criticar a nuestra selección en pleno mundial, antes incluso de que haya fallado. Se crítica a Del Bosque (no está a la altura, es un soso, está estropeando lo que Aragonés consiguió); se dice que no están jugando bien, incluso el directorucho de Marca antes del partido contra Chile, exigía que si España no ganaba, el entrenador y algunos jugadores deberían dejar la selección. ¿Pero no era este diario el que decía que teníamos los mejores jugadores del mundo?

Desgraciadamente vivimos en un país que tiene muy poca memoria y es muy desagradecido, mientras ganas eres el rey, eso si como mañana falles...

He visto a muchas selecciones en este Mundial, pocas intentan agradar. Veamos algunas de las históricamente punteras:

- Inglaterra no sabe a lo que juega y todas las expectativas que ha levantado se basan en el mito que les dirige, como si Capello pudiese meter goles o salvarlos. Muy parecido a lo que puede suceder el año que viene con el Real Madrid. Cuando el entrenador es más protagonista que los jugadores, mala señal.

- Italia tristemente y ante la falta del talento que tenía poco tiempo atrás: Del Piero, Totti, Vieri entre otros, ha visto como hasta su eterna compañera la diosa fortuna, le ha dado la espalda. Como si estuviese cansada de dar y nunca recibir nada a cambio.

- Brasil irreconocible, ha dejado la samba y las caipirinhas en Rio y se ha llevado cemento y cascos de obrero a Sudáfrica, traicionando todo lo que ha representado históricamente.

- Argentina edificada con una defensa que espera el mejor momento para traicionar y clavar un cuchillo en la espalda de esa increíble delantera que tiene. Muchos goles deberán meter Higuaín y Messi para compensar los errores que De Michelis, Jonás y Heinze guardan en sus botas. Recuerda un poco la sensación que deben tener Forlán y Agüero en el Atlético.

- Alemania dirigida por un tío que parece más un diseñador de moda que un entrenador, ha hecho todo lo contrario que Brasil. Ha cambiado pero lo ha hecho hacia un juego más vistoso, más alegre, como si por fin hubiese caído su Muro de Berlín futbolístico y hubiese visto por primera vez una guitarra, maracas y unas blondies en bikini que bailan las canciones que tocan.

- Holanda en un discreto segundo plano, es como la típica chica mona y sosa. No está mal pero te da pereza, carece de los genios que tuvo en los 70 y 80.

- España, nuestro equipo, los que mejor juegan, los que apuestan por el talento y la inteligencia por encima del físico y la fuerza. Los últimos románticos que insisten en que César Luís Menotti tenía razón y que el fútbol consiste en poseer el balón y que el gol debe ser un pase a la red. Pero a pesar de todo, empiezan a aparecer las dudas y las amenazas de la prensa. Poco podemos hacer los aficionados desde las calles para que los jugadores nos oigan y vean que nosotros no dudamos y que mientras se juegue bien o se intente hacerlo, tendrán nuestro apoyo aunque pierdan otra vez en cuartos, ya que jugar bien no significa ganar, pero eso si, te acerca más a lograrlo.

La prensa que es lo que los jugadores ven, debería escuchar el consejo que Lou Reed les daría en forma de canción, aquella que compuso cuando pertenecía a la Velvet Underground en la que trataba de hacer ver a su nena dubitativa, que debía creer en si misma y que si hacía falta él le mostraría sus virtudes y lo guapa que era, él sería sus ojos en los momentos de duda, él sería su espejo cuando todo pareciese ir mal.

Esa misma idea debería seguir la prensa, debe ser el espejo en que el equipo se mire, el espejo que refleje lo bien que lo han hecho en los últimos dos años, que refleje lo buenos que son y en el que se muestre el apoyo de un país que cree que esta vez sí pueden lograr lo que tantas veces ha perdido. El espejo que no refleje confusión, dudas y cree un mal ambiente que sólo beneficiaría al rival. De lo contrario no será la selección la que tenga el carácter perdedor, sino la propia prensa, ya que sólo los perdedores dudan en el momento de la verdad.

Ya habrá tiempo de analizar y criticar cuando acabe el campeonato, hasta entonces el que no tenga nada bueno que decir, que se calle.

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